miércoles, 23 de enero de 2008

La ULPGC instaura la clase a domicilio gracias a la red.

Laura Gallego, Las Palmas de Gran Canaria.
La ULPGC dio ayer un salto importante hacia la incorporación en el EEES con la Plataforma Prometeo, una herramienta única en España a través de la cual los alumnos podrán ver las clases grabadas, resolver dudas o consultar apuntes. Lo mismo que en el aula de toda la vida pero sin poder pensar mientras en las musarañas. El rector José Regidor lo explicó con estas palabras: «con este nuevo programa, la enseñanza camina por nuevas vías». Y cierto es que, aún siendo lo mismo, poco tiene que ver con las clases tradicionales.
La Plataforma Prometeo, que ha desarrollado el vicerrectorado de Innovación y Calidad Educativa, es «un servicio integral de producción y distribución de contenidos docentes», en palabras del director del equipo de desarrollo, Cayetano Guerra. Un soporte multimedia donde los profesores pueden colocar sus clases –grabadas previamente en un estudio–, para que los alumnos las visiones tantas veces y desde donde quieran, a través de la red. Donde están los apuntes, que pueden consultar de forma simultánea o imprimir para manejar a su antojo, al igual que el temario. Si no entienden algo, levantan la mano, pero pulsando un botón. Y dejan su duda en un tablón de preguntas que responde el profesor. Éstas, a su vez, se van acumulando. Cada vez que un alumno vuelve a consultar una pregunta, se contabiliza; así, el docente sabe cuales son las cuestiones que más se les atragantan a sus alumnos. Al final del proceso pueden incluso autoevaluarse, para ver si lo han entendido. El profesor accede después al informe de actividades y averigua qué clases ha seguido cada alumno y que ejercicios ha resuelto.
Y como la tecnología avanza pero la picaresca es la misma de toda la vida, para los que tengan la tentación de poner la clase y sentarse a ver la tele, existe un sistema de control que durante el visionado emite preguntas sorpresa que han de ser contestadas en un minuto. En caso de no hacerlo, la clase no se contabilizará. Así que no sólo hay que estar delante, sino muy atento.
Según explicó Guerra, quien ya realizó una experiencia piloto con sus alumnos el año pasado, tuvo muy buena aceptación entre los mismos, y de hecho, bajaron notablemente las tutorías. Obviamente no elimina el examen presencial, pero «permite que los alumnos vengan a clase con una parte importante ya estudiada», o en el caso de las practicas, a través de simuladores de una cámara fotográfica, por ejemplo, realizar los ejercicios sin necesidad del objeto en cuestión.

Felicitaciones a la ULPGC por su iniciativa, porque, no es que se pretenda sustituir al sistema presencial, sino suplir sus deficiencias y limitaciones, por ejemplo, permitiendo la formación a quien tiene un horario limitado. La idea es excelente, creemos que este proyecto aporta un gran avence a nivel educativo. Además, el personal técnico ha hecho un gran trabajo y merecen un gran reconocimiento.

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